sábado, 29 de marzo de 2014

Ella


Hace muchos años me acompaña; a veces callada, otras a los gritos.
Su presencia todo lo invade, siempre.
Cuando intensa, duele.
Cuando suave, tiñe la vida de opaco.
Tengo que hacerme amiga, necesito hacerlo.
Tal vez así la tristeza deje de llorar a través mío y se contente con velar mi mirada.

Texto: Laura Ramírez Vides
Fotografía: Mariana Salcedo, http://www.flickr.com/photos/maisalcedo

lunes, 17 de marzo de 2014

Acto de fe - Salto de fe


Habían pasado demasiadas cosas juntas:  eventos desafortunados cual laberinto de fichas de domino: tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.
No podía más; no podíamos más, el más puro y profundo dolor había dado paso a esta nada insoportable. Sí, nada. No nos interesaba nada, no queríamos nada y las dos buscábamos el dolor como única forma posible de sentirnos vivas.
La decisión la tomé yo, algo había que hacer.
Nos subimos, lentamente fuimos elevándonos hasta llegar a lo más alto donde podíamos ver los brazos del río, el delta, las islas, verde, mucho verde delineado por el amarronado río en el Tigre.  Hermosa postal que no lográbamos sentir ni disfrutar. No había vuelta atrás, solo existía el adelante que -en realidad-  era abajo.
Nos miramos intensamente, nos tomamos de las manos, fuerte, muy fuerte y allá fuimos. Caída libre. El grito se nos atragantó por la aspiración profunda, el estómago en la garganta, la nada pasó a ser todo hasta que, sin saber cómo o por qué el grito salió en forma de alarido; explotó el mío, estalló el de ella, las dos bramando desde lo profundo de nuestro cuerpo, con todas nuestras fuerzas, hasta el último aliento y… todo volvió a empezar. 
Montaña rusa.

Texto y fotografía: Laura Ramírez Vides